"Brisas primaverales
embriagan mi estancia
de una áspera fragancia
de hojas verdes, con agua, de rosales.
Aún no da el sol en el papel, escrito
con mano firme y pura,
mientras el noble corazón contrito
trocaba, blando, su amargura
en dulzura...
¡Qué paz y qué ventura!
Amanece, riendo, en lo infinito.
La fronda, ya despierta
y plena de la tropa cristalina Foto Pepa, mirador de siete pilillas
que engarza el alba en su gorjear bendito,
dora su claridad, que aún sueña, oscura;
¡viva esperanza cierta
en que la duda, fúnebre, perdura,
se va a colgar de una expresión divina!...
Canta la codorniz, fresca, allá abajo...
Viene un gorrión a la ventana abierta...
Pienso en Dios...
Y trabajo"
De Juan Ramón Jiménez
María Sanz. Los maestros de Herat
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*LOS MAESTROS DE HERAT*
*Ellos solo vivían para quedarse ciegos. *
*Pero antes, sus ojos convulsos agotaban *
*resplandores, tatuándolos en libros *
*p...
Hace 5 horas