"Sin darnos cuenta, nos protegemos continuamente del dolor porque nos asusta.
Levantamos muros protectores hechos de opiniones, prejuicios y estrategias, barreras construidas por el profundo miedo que tenemos a que nos hieran. Y los reforzamos con todo tipo de emociones: con ira, deseos vehementes, indiferencia, celos y envidia, con arrogancia y orgullo.
Pero por suerte para nosotros, el punto débil -nuestra capacidad innata de amar y de interesarnos por las cosas- es como una grieta que aparece en estos muros que levantamos.
Es una abertura natural en los muros que creamos cuando tenemos miedo.Con la práctica aprendemos a encontrar esta abertura, a captar este momento vulnerable- en el que sentimos amor, gratitud, soledad, bochorno, incompetencia- para despertar[...]"
de "Los lugares que te asustan"
Pema Chödrön
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