Canciones de Otoño, Ernestina de Champourcin

ALMAS                              
                                              Para mi hermana Adolfina 
"Por qué mueves la hojarasca?
No la turbes, déjala.
Dulcemente la cobija                             
un sudario de cristal.

No busques, nada hermana,
lo que ha de venir, vendrá:
las flores en primavera
y en otoño el vendaval.

No atropelles el destino,
con bastante prisa va.
Has de ver tu alma desnuda
lo mismo que castañar.
                                                                                                        Foto de Luis Manuel Rodriguez
No mires las hojas secas,
el viento las borrará.
Piensa que todo se mueve
para volver a brotar."

 [...] 

"Esta vida profunda
que surge de las cosas
- olor a savia fresca
venida de lo ignoto-
se me revela plena
de extrañas sugerencias.
Guarda en remotos pliegues
la dulce flor secreta
de un pecho inexplorado,
la maravilla trémula
escondida en el sutil
desván de la conciencia.
Indolente y efímera
como ave de niebla
se retuerce en la llama,
es callada y violenta,
pero viene del alma
que las cosas encierran.

¡ Tenue alma sin forma,
invisible y pequeña,
traspasada de voces
que estremecen la nuestra!"

[...]

"Hoja blanca, de hoy, de siempre, de mañana.
Frutal de cada día, semilla fecundada
por un rayo de luz o una gota de agua.
La vida fluye abajo, arrastrándose vana.
Encima de mi frente, los divinos fantasmas
del sueño verdadero, los éxtasis del alma...
cicatrices de oro, que mi pluma va abriendo
sobre la hoja blanca" 

Los Primeros Jazmines. Rabindranaz Tagore

                                                                          Ilustración de Isabel Rojas
¡Estos jazmines, estos blancos jazmines!.. Parece que es la vez primera que se llenaron mis manos
de jazmines, de estos jazmines blancos.

  He amado después la luz del sol, el cielo y la tierra verde. He oído el cristal murmurante del río en lo oscuro de la medianoche. A la vuelta de un camino en soledad, la puesta de sol de otoño me ha salido al encuentro como una novia que abriera su velo para decirme que sí...

Pero mi memoria sigue todavía dulce de aquellos primeros jazmines blancos que tuve en mis manos de niño.
  ¡Cuanto día alegre en mi vida! ¡Cómo he reído con los felices las noches de fiesta! ¡Qué de canciones lentas canturreé a la lluvia en las mañanas grises! Y la guirnalda crepuscular de baculas ha adornado mi cuello, tejida por la mano del amor...

  Pero mi corazón está fragante aún de aquellos primeros jazmines frescos que llenaron mis manos de niño.
    ¡Estos jazmines, ay, estos blancos jazmines!"
                                          De el libro "La luna nueva", traduc.de Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez

NUBES Y OLAS. Rabindranaz Tagore

                                                                                              Ilustracion de Karin Taylor
                
" Madre, los que viven allá arriba en las nubes, me gritan:
"Oye, jugamos desde que empieza hasta que acaba el día;
jugamos con la aurora de oro y con la luna de plata!" Yo les pregunto: "Pero ¿cómo voy a subir
hasta donde estáis vosotros, tan alto?" Y me contestan: " Vente hasta el borde de la tierra, alza las manos
al cielo y te levantaremos con las nubes!" " Mi madre me está aguardando en casa! - digo yo-, ¿cómo podré dejarla y subir?" Y ellos se sonríen y pasa flotando....


  Pero yo sé un juego más bonito que ése, madre.Mira: yo seré la nube y tú serás la luna. Te taparé con mis dos manos y el techo será nuestro cielo azul.
  Los que viven en las ola me gritan: "¡ Cantamos desde el amanecer hasta la noche; vamos más y más allá siempre y no sabemos dónde vamos!" Yo les pregunto : "Pero ¿cómo podré irme tan lejos con vosotros?" Me responden : "Vente a la orilla del mar, aprieta bien los ojos, espera, y te arrastraremos con las olas!"
Yo les digo "Mi madre no quiere nunca que salga anochecido. ¿Cómo podré dejarla y huir?" Y ellos se sonríen y pasan bailando...


  Pero yo sé un juego mejor que ése, madre. Yo seré la ola y tú serás la playa desconocida. Me echaré a rodar y a rodar, y romperé riéndome en tu pecho. ¡ Y nadie sabrá en el mundo dónde estamos tú y yo!
           
                                 De el libro "La luna nueva", traduc.de Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez

Giuseppe Ungaretti. Silencio

" Conozco una ciudad                                                                                             Foto de Tony Hadley
que cada dia se llena  de sol                                                                
y todo es atrapado entonces por un éxtasis          

Me fui una tarde

En el corazón perduraba el canto
de las cigarras.

Desde el buque
barnizado de blanco
he visto
mi ciudad desaparecer
dejando
un poco de tiempo
un abrazo de lamparillas en el aire turbio
suspendido"

En el prólogo, Miguel Galanes dice: 
"Tal vez estas palabras, que Jorge Guillén le dedica, nos ayuden a entrar, como partícipes y cómplices, en su mundo poético, de igual modo que paseamos por nuestras interioridades: " La poesía de Ungaretti se impone como una   evidencia:                                                                                                        
irradiación opuesta a este término tan antipático que es el "hermetismo", si eso es verdad, cada poesía está abierta, y no cerrada, a todos los vientos del espíritu y del mundo; y la poesía de Ungaretti siempre me ha comunicado una frescura de aire libre, una luz desmesurada y la persuasión de una voz conmovida y conmovedora"

Del libro "Vida de un hombre",
 

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