EN LA PUESTA DE SOL
por Joseph von Eichendorff
Con penas y alegrías,
mano a mano, hemos caminado.
Reposemos ahora de nuestros viajes,
en la tranquila campiña.
A nuestro alrededor se inclinan los valles,
ya la brisa se ensombrece.
Sólo dos alondras alzan todavía el vuelo
soñando de nuevo en el oloroso aire.
Acércate y déjalas trinar,
pronto será hora de dormir,
para que no podamos perdernos
en esta soledad.
Oh, inmensa y dulce paz,
tan profunda en la puesta de sol,
qué fatigados estamos por haber caminado.
¿Será esta, entonces, la muerte?
Una bella interpretación de esta canción con la que se despidió de la vida el genial compositor romántico Richard Strauss. Nacido el 11 de junio de 1864 en Munich. Sus cuatro últimos poemas es donde alcanzará unas cotas elevadísimas de belleza lírica. Después de la II Guerra Mundial, Strauss viaja a Suiza, y allí descubre el sugestivo poema de Eichendorff, a finales de 1946.
En mayo de 1948 ya había compuesto su música para soprano y orquesta. Por aquella época trabajaba también en tres canciones inspiradas por poemas de Hermann Hesse: Frühling (Primavera), Beim Schlafengehen (Al ir a dormir), September (Septiembre).
Tanto el primer lied de Eichendorff como estos tres de Hesse, jamás fueron escuchados por Richard Strauss, que moría el 8 de septiembre de 1949, en la localidad bávara de Garmisch Partenkirchen a la edad de 85 años.
Aunque Im abendrot era una obra independiente, después de su muerte se consideró que era un buen complemento para las tres canciones de Hesse, con lo que desde entonces se interpretaron las cuatro juntas, conociendose simplemente con el nombre de Vier Letze Lieder (Cuatro últimas canciones).
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