Ginkgoatare
"No puedo evitar al ir caminando posar la vista en las ramas de los árboles y en la tierra, en los restos
de las hojas, frutos y pétalos, y a veces, encuentro alguna forma diferente sometida al caprichoso
azar de la naturaleza: una rama que se curva, una hoja cuyas partes se combinan para adoptar una
extraordinaria forma escultórica, una flor que esconde un microcosmos único..., que se tornan
irresistibles ante las herramientas de mis manos, los lápices.
Confieso que a veces las tomo, las arranco, las guardo y alejo de su entorno para hacerlas mías en
mi estudio, no con el afán del coleccionista sino como motivo de inspiración para mi obra. Entran
en mi vida no como plantas escogidas, sino como pensamientos que en mi cerebro elaboran
ilusiones, inmersos en un horizonte luminoso y claro.
Un espacio en el que me elevo, dejándome mecer en lo alto para despojándome de lo matérico, y
así elaborar mi obra. Es tan hermoso este lugar, que una vez y otra lo busco y con asombro observo
que si no es así, este me atrae, y me encuentra...y así, caminando hacemos camino al andar como
diría el poeta.
Para desgranar el germen de la primera visión, estudio las estructuras mínimas que la componen
descubriendo aquellas partes ocultas al ojo humano que sin el aumento adecuado queda en lo
superficial."
Marta Chirino Argenta
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