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Foto de Juan García Alvarez
Los Olivos de Antonio Machado
I
"¡Viejos olivos sedientos
bajo el claro sol del día,
olivares polvorientos
del campo de Andahicía!
¡El campo andaluz, peinado
por el sol canicular,
de loma en loma rayado
de olivar y de olivar!
Son las tierras
soleadas,
anchas lomas, lueñes sierras
de olivares recamadas.
Mil senderos. Con sus machos,
abrumados de capachos,
van gañanes y arrieros.
¡De la venta del camino
a la puerta, soplan vino
trabucaires bandoleros!
¡Olivares y olivares
de loma en loma prendidos
cual bordados alamares!
¡Olivares coloridos
de una tarde anaranjada;
olivares rebruñidos
bajo la luna argentada!
¡Olivares centellados
en las tardes cenicientas,
bajo los cielos preñados
de tormentas!…
Olivares, Dios os dé
los eneros
de aguaceros,
los agostos de agua al pie,
los vientos primaverales,
vuestras flores racimadas;
y las lluvias otoñales
vuestras olivas moradas.
Olivar, por cien caminos,
tus olivitas irán
caminando a cien molinos.
Ya darán
trabajo en las alquerías
a gañanes y braceros,
¡oh buenas frentes sombrías
bajo los anchos sombreros!…
¡Olivar y olivareros,
bosque y raza,
campo y plaza
de los fieles al terruño
y al arado y al molino,
de los que muestran el puño
al destino,
los benditos labradores,
los bandidos caballeros,
los señores
devotos y matuteros!…
¡Ciudades y caseríos
en la margen de los ríos,
en los pliegues de la sierra!…
¡Venga Dios a los hogares
y a las almas de esta tierra
de olivares y olivares! [...]"
“”La humildad, yo siempre lo repito, es el mayor desafío a uno mismo, es como partir cada día de cero en el esfuerzo. Hay que trabajar como quería Goethe: "sin precipitaciones, sin pausas, como los astros"
Cristino vera
VI
Ahora que mi mano solivianta
el nutrido juntarse de la noche
y una llama prendida en la distancia
se cimbrea, gozosa, despertando.
Quiere huirte, rasgas tu encrucijada
soslayando el volcán de tu amenaza.
Y mirar desde el pozo que era mio
este inmenso cercado de las nubes.
!Claridad derramándose en los ojos,
abierta claridad, sonoras luces!
¡Quién llamaba en el túnel de lo negro
si es la luz quien devuelve lo sonado?
Ya volví del empeño de buscarte;
jamás tuve otro norte que tu era.
!Ah mi lengua de fuego, mi Tobías,
comeré de la tierra Iluminada"
Pasear entre los cuadros de la pintora Maruja Mallo es entrar en su cosmología rapidamente cautivadora. Su búsqueda en la naturaleza de forma armoniosa y "arquitectónica" nos deja a los paseantes llenos de formas, de sensaciones, de colores... con los que uno/a se parece que nos integra en la misma visión de la pintora.
Llama la atención sus "Naturalezas Vivas" que no muertas, como forma de fundirse en la propia naturaleza, o así me lo parece a mí por el recorrido de sus cuadros.
"La magia de Maruja Mallo consistía en no repetir nunca un estilo "va contra las leyes del espíritu. El arte es presagio", decía Maruja Mallo. Artista comprometida, la pintora pasó del surrealismo al realismo del arte socialista con sus mujeres trabajadoras, y de ahí a las "naturalezas vivas", antítesis de las muertas.
texto GUILLAUME FOURMONT
Dice Maruja Mallo :
"En este inmenso continente [América] que me brindaba la alegría de vivir frente a la agonía de morir, era la aurora que me revelaba nuevas visiones, sorpresas y conceptos [...]. Aparecían mágicamente ante mí las exóticas razas de un inédito despertar"
Rafael Alberti el que fuera su amante le dedicó, entre otros, el poema titulado 'La primera ascensión de Maruja Mallo al subsuelo', de 'Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos'. En él describe, de una manera plástica y aplastante, lo que sería la segunda etapa de la pintora:
«Tú, tú que bajas a las cloacas donde las flores son ya unos tristes salivazos sin sueño y mueres por las alcantarillas que desembocan a las verbenas desiertas para resucitar al filo de una piedra mordida por un hongo estancado, dime por qué las lluvias pudren las horas y las maderas. Aclárame esa duda que tengo sobre los paisajes. Despiértame».
La sorpresa del trigo, 1936
Dice Maruja Mallo en su "Lo popular en la plástica española a través de mi obra"
"En estos momentos me impresionaba la naturaleza eliminando las basuras. La tierra incendiada y encharcada. Las cloacas empujadas por los vientos. Los campanarios atropellados por los temporales. El mundo de las cosas que transitan. Esta visión tangible de las cosas que se transforman, que con frecuencia tropezaba por las estaciones de circunvalación, es la base del contenido de la labor de aquel momento”.
Desnudo en la playa
Espantapájaros