"Quise buscar palabras, gritos
en estado de alerta, la materia
prima del sueño.
¿Adónde ir,
llamar? Quemar mi historia,
¿en qué papel?
Todo está lleno
de luz: nada está escrito.
"Quise contar los días
malgastados, restablecer
lo venidero en la espesura
febril de lo vivido. ¿Cómo
poder buscarme, merecerme,
a mi sueño un alfabeto
puro?
Nada se salva
de las sombras: todo está escrito.
Mi palabra no es mía, vive
nutriéndose, manchándose
de ajena vanidad. El tiempo
es quien lleva mi mano,
quien conduce las aguas
remotas que me asedian. Estandarte
de todo lo que escribo, van
los años guiándome, perdiéndome
por los puentes del sueño.
¿Qué
soy yo: furia callada
contra la fortaleza del vacío,
violado espejo en cuya niebla
bebe la boca de la fe? Libre,
jamás lo fui. Tiempo, costumbre,
horaria soledad, estáis aquí
escribiendo lo que yo no sabría."
Marcos Ana: Pequeña carta al Mundo
-
Hablo, por hablar, de asuntos que los años me borraron… MA «Pequeña carta
al Mundo» Los dientes de una…
Hace 15 horas
0 comentarios:
Publicar un comentario