Cargada de frutos está mi alma
cuando paseo, casi volátil,
por la calle y me uno
en un instante, como hermana
al árbol.
Espejo de mis ojos
frutos callados, dorados
por tanto sol
Se os reconoce
la Esperanza revelada
cuando paseo, casi volátil,
por la calle y me uno
en un instante, como hermana
al árbol.
Espejo de mis ojos
frutos callados, dorados
por tanto sol
Se os reconoce
la Esperanza revelada
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